No se pudo hacer frente a dicho pago al no haber vendido la Fundación las acciones en su poder, y al no disponer de otros medios de financiación en los casi 4 años de tiempo que tuvieron para encontrarlos. El Valencia estaba clasificado para la final de la máxima competición a nivel europeo, que se disputaría en el Stade de France de Saint-Denis, París, y el rival sería el Real Madrid, protagonizando así la primera final entre equipos de un mismo país en la historia de las finales de la Liga de Campeones de la UEFA.