Ese partido sigue siendo considerado por los medios de comunicación y los hinchas como uno de los momentos más notables del seleccionado albiceleste. En el inicio del segundo tiempo Brasil salió a buscar empatar el encuentro: Brasil tomó el control del partido y encerró a la Argentina, esperando que la muralla albiceleste cayera; pero las opciones por cada minuto se iban acabando, encontrándose con o la sólida defensa, o con Emiliano Martínez bajo los tres palos.