Tras ese revés, Argentina ganó su segundo partido contra la Unión Soviética por 2-0 (donde el arquero titular Nery Pumpido fue gravemente herido, siendo sustituido por Sergio Goycochea para el resto del torneo), y empató 1-1 con Rumania en el último encuentro de la primera ronda, ambos disputados en el Stadio San Paolo en Nápoles. La situación financiera de los clubes hicieron que el gran equipo que ganó la Copa América de 1957 en Lima se desarmara rápidamente, ya que los principales jugadores fueron transferidos a Europa, y en segundo lugar porque no hubo demasiados enfrentamientos con equipos europeos previo a la competencia mundial: solo en 1956 se jugó con Checoslovaquia e Italia en Buenos Aires, mientras que el resto, fueron amistosos con los vecinos del continente.